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La Tristeza

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LA TRISTEZA


Es la quinta y la última en el ciclo de las cinco emociones negativas, ya que después de la Tristeza, el ciclo se reactiva generando de nuevo Miedo y y así empieza una nueva vuelta de tuerca y cuantas más vueltas se producen más difícil es salir del ciclo de las emociones negativas.

La Tristeza es la consecuencia de que no se ha parado el ciclo originado por el Miedo y se han ido recorriendo todas las emociones negativas pasando por el Enfado, la Ansiedad y la Preocupación. Es el lógico pensar que, si hay cinco emociones negativas consumiendo la energía del organismo, éste empiece a dar claras muestras de cansancio.

La tristeza proviene de la Preocupación, ya que la continua generación pensamientos negativos en forma de hipótesis y la revisión y valoración de las posibles opciones y respuestas, va a hacer que disminuyan los recursos energéticos de los que dispone la persona de forma que, con el tiempo, se sentirá cansada y abatida y entrará en el estado emocional de la Tristeza, con cansancio y abatimiento. Esta emoción surge de la sensación de haber fracasado en el intento de vencer el Miedo a través de la lucha, lo que conlleva una frustración y la necesidad de aislarse para recuperar energías y valorar la situación a la que se ha llegado.

Fig. 1: Personas cansadas.


Es por eso que los estados de Tristeza se definen también como situaciones de depresión, ya que el cansancio del organismo le impide a una persona desarrollar su vida de manera normal. Una persona puede estar triste, abatida y deprimida durante largos periodos de tiempo, lo que la convierte en alguien menos eficaz y, con frecuencia, es una carga para las personas que la rodean.

Al inicio, cuando aún no se han dado muchas vueltas al ciclo de las emociones negativas, la persona se puede rehacer con una cierta facilidad de ese cansancio y empezar un nuevo ciclo de lucha y defensa en cuanto que se recupera un poco, pero, al hacer esto, entrará de nuevo en un ciclo de Ansiedad, con estados de vigilancia y generación de nuevas hipótesis.

El círculo se cierra cuando la Tristeza, el cansancio y el decaimiento hacen que la persona se sienta frágil y en peligro frente al mundo exterior, favoreciendo que aparezca de nuevo la sensación de Miedo que se añade al Miedo con el que se inició el ciclo. Esto va a hacer que se mantenga continuamente activo el círculo de las emociones negativas y el consiguiente deterioro y desgaste de la persona que las sufre en forma de estrés crónico, cansancio y enfermedades.

Fig. 2: La generación de Tristeza y el cierre del ciclo.


Una persona que está triste va a manifestar síntomas que son muy difíciles de esconder como el deseo de aislarse y no querer hablar con otras personas, perdida del apetito, lloro frecuente, desánimo, desilusión, malestar, pensamientos negativos, insomnio, inactividad, dificultad para disfrutar, aislamiento del exterior y búsqueda de un lugar tranquilo y protegido en la casa, como su habitación, entre otros síntomas.

Al llegar a la Tristeza, el sistema Mental negativo se ha hecho prácticamente con el control de la persona y le va a dificultar mucho saber cuál es su Identidad y cómo salir de los problemas que ha generado al iniciar el ciclo de las emociones negativas. Con mucha frecuencia, el Mental negativo va a intentar convencer a la persona de que no hay otra manera de salir adelante más que seguir luchando y manteniendo activo el ciclo de las emociones negativas.

Al igual que con el resto de las emociones negativas, lo mejor que puede hacer una persona que está dominada por la Tristeza es aceptar que ha cometido el error de desplazarse y ha iniciado el ciclo de las emociones negativas a través del Miedo, y volver a retomar su vida a partir de su Ser Auténtico y de su Identidad. Pero, es muy probable que, si lleva mucho tiempo dando vueltas al círculo de las emociones negativas, necesite recibir ayuda externa para poder salir de él.

Fig. 3: Volver a la Identidad con el ciclo de vuelta de las emociones positivas.










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