Introducción
INTRODUCCIÓN
Este grupo de enfermedades se caracteriza por un desarreglo en las funciones mentales de la persona que la llevan a comportarse de una manera inadecuada o poco habitual en relación consigo misma o con el entorno.
Esta alteración puede manifestarse en forma de mucha o de poca actividad. Cuando el desarreglo es por exceso se puede manifestar como un estado de ansiedad, una neurosis, una esquizofrenia, una paranoia o un trastorno maníaco. Si es por insuficiencia se manifiesta en forma de depresión, inactividad o de autismo.
Existen muchos trastornos de la personalidad que no pueden llegar a considerarse estrictamente como enfermedades mentales ya que su intensidad o frecuencia no les da la entidad suficiente para llegar a ser una enfermedad. Sin embargo, esos trastornos siguen las mismas pautas de las enfermedades mentales y se suelen describir poniéndoles el acabado "-oide" para identificar ese trastorno de la personalidad, como es el esquizoide o el paranoide.
Todos los trastornos mentales se inician en ese aspecto del ser humano y afectan al estado emocional de la persona pero se manifiestan finalmente a través del cuerpo físico, que acaba enfermando a causa del exceso de consumo de energía de las funciones mentales y emocionales y del desgaste al que se somete al organismo.
Algunos trastornos y enfermedades mentales son compatibles con una actividad relativamente normal de la persona, como son los estados moderados de ansiedad o de depresión, sin embargo otros trastornos pueden impedir la normal función de la persona y de su entorno, como en el caso de las esquizofrenias, los trastornos maníacos o las paranoias.
Las enfermedades mentales pueden ir acompañadas de delirios en los que la persona tiene una percepción alterada de la realidad en comparación con la que tienen las personas de su entorno y eso les lleva a tomar una actitud antisocial de evitación o una agresiva de confrontación.
Las alteraciones emocionales se pueden estudiar según la teoría de los Cinco Movimientos de la Medicina Tradicional China y, según ésta, el origen de los desarreglos emocionales surge del miedo y va evolucionando hacia enfado, ansiedad, preocupación y tristeza para iniciar un nuevo ciclo de miedo, de forma que los desarreglos emocionales tienen tendencia a cronificarse si no se corrige su origen o no se contrarrestan los estados alterados con otros más positivos.
En la Medicina Tradicional China los desarreglos mentales se expresan a través del aspecto mental que controla cada función de los cinco movimientos, pero el emperador de todos ellos y el movimiento que los rige, es el fuego, formado por el corazón y el intestino delgado. El corazón es la expresión de la función mental y emocional principal, pero es influido por el funcionamiento de los otros movimientos, especialmente el de la madera, es decir, el hígado y la vesícula biliar.
La insuficiencia de yin o de yang del riñón va a ser muy importante en la generación de los trastornos mentales y en su evolución ya que el riñón es el "banquero" de ambas energías del organismo y la energía yang es imprescindible para las funciones mentales y la yin para regularlas y para moderar y disminuir la actividad del movimiento fuego.
Además, es muy importante el control que hace el movimiento metal, con su función pulmón e intestino grueso, sobre la función hígado, moderando su actividad y sus excesos.
Finalmente, hay que mencionar la importancia del movimiento tierra, con sus funciones estómago y bazo, ya que éstas son imprescindibles para recuperar la energía consumida por el aspecto mental y para eliminar la humedad y la mucosidad que se generan en el organismo y que provoca estancamiento y mala función en los órganos.