Introducción
LOS CONFLICTOS > ALGUNOS CASOS - 2
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- ALGUNOS CASOS – 2 -
INTRODUCCIÓN
En un intento de ilustrar mejor lo expuesto en esta sección y para acercar la teoría a la práctica, aunque sólo sea de forma breve y limitada, se presentan cuatro casos imaginarios basados en la experiencia adquirida con pacientes reales. Esto nos puede permitir ver de forma más clara cómo se pueden estudiar los conflictos de los seres humanos a través de la representación mediante personas, muñecos u objetos, siguiendo el sorprendente método de trabajo sistémico desarrollado por Bert Hellinger, denominado Constelaciones Familiares.
La mejor forma de estudiar un caso con esta metodología, consiste en iniciar la representación del mismo mediante la técnica de las Constelaciones Familiares mientras se aplica el Método Entender para poder ver el origen del problema, las causas, la evolución y, en los casos en que esto es posible, la resolución o las propuestas de resolución del mismo.
Para el estudio de un caso con personas reales, es necesario reunir a un grupo suficiente, en general unas veinte o treinta personas, y proceder a la representación de los conflictos mediante la exposición simple del caso y la elección de representantes o individuos que van a escenificar de forma visual y práctica a los sujetos o a los factores implicados en los conflictos.
El moderador o terapeuta dirige el desarrollo del mismo e interviene, si es necesario, introduciendo o eliminando a alguna persona o cambiando su posición cuando lo considere oportuno.
La persona que va a consultar su caso se sienta al lado del moderador y expone brevemente el motivo por el que viene a representar. Hay que evitar exposiciones largas y llenas de detalles que hacen que nos despistemos de la esencia del problema.
El moderador escucha atentamente las pocas palabras que le dice la persona y detecta aquellas en las que hay cambios de tono o una mayor carga emocional que nos indica que el inconsciente le está dando importancia a esa frase o palabra.
De esta manera, se eligen a los sujetos que van a representar a los que realmente están implicados en el conflicto. Puede que sean personas del mismo sexo o del otro, de edad diferente o puede también que representen a grupos de personas, objetos abstractos, emociones o enfermedades, entre otras.
Una vez situados en la escena, se les deja que se muevan y que actúen de forma intuitiva, evitando las palabras, las conversaciones o los movimientos artificiales. Se pretende que las personas se guíen por su intuición para actuar de forma espontánea.
De la observación de sus movimientos y actitudes vamos a ir sacando la sorprendente información que nos ofrecen, tratando de entenderla adecuadamente y encajarla en la información real que nos ofrece la persona.
Una vez obtenida la información necesaria, se para la representación y se conversa durante unos minutos con la persona que consulta para fijarla y poder recordarla mejor. Posteriormente, se puede trabajar el caso de forma más extensa con ella.
Hay que decir que cada caso es irrepetible, por lo que no se puede hacer una metodología que pueda aplicarse siempre de la misma manera. Las conclusiones se obtienen cada vez y no son extrapolables tal cuál a otro caso, aunque sea similar. Es cierto que de esas similitudes podemos aprender para avanzar más rápido basándonos en nuestra experiencia previa, pero sin anticiparnos a los hechos.
No se pretende tampoco que los casos que se exponen a continuación sirvan para las personas que están leyendo esta página. Esto es sólo una muestra gráfica de cómo se trabaja un caso con esta metodología, pero no es aconsejable tomarlo al pie de la letra ni hacer el estudio de un caso sin los conocimientos ni la experiencia necesaria para poder llevarlo a buen fin y así intentar entender y solucionar los conflictos.
En caso contrario las conclusiones que saquemos pueden no aportar nada o confundir más a la persona. El objetivo de todo esto es el contrario: deshacer los entuertos y ayudar a la persona a salir de sus conflictos.