La Alegría

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LA ALEGRÍA

Ésta es la única emoción positiva a la que le hemos asignado una palabra que reconocemos fácilmente. Son sinónimos de Alegría la felicidad, el éxito o el bienestar. Es la emoción positiva con la que mostramos a los demás y a nosotros mismos que nos encontramos bien. Cuando tenemos esta emoción habitualmente nos sentimos pletóricos, en equilibrio, a gusto, satisfechos y llenos de gozo.

La Alegría se genera a partir de la Identidad y de la Autoestima, ya que si sabemos quiénes somos y tomamos las decisiones adecuadas y que nos favorecen, acabaremos teniendo éxito en todo lo que nos propongamos, aunque hay que dejar siempre un espacio para el aprendizaje cuando las cosas no salen exactamente como esperábamos. Eso se suele deber habitualmente a factores externos o a que realmente no hemos partido de nuestra Identidad para tomar las decisiones correctas.

Fig. 1: La Alegría.

Llegar a ser feliz es un proceso que puede ser largo, pero que compensa con creces el esfuerzo que requiere conseguirlo. Sin embargo, la Alegría no es una meta estable que una vez que se consigue se queda ahí, sino que cada día hay que volver a tomar nuevas decisiones partiendo de la Identidad para volver alcanzar el éxito, algo parecido a lo que ocurre cuando subimos a la cima de una montaña y disfrutamos de un momento de placer con las vistas y las sensaciones, pero después hay que bajar de nuevo para volver a alcanzar otras cimas.

Cuando una persona valora lo que tiene y lo que ha conseguido en la vida, puede ser feliz con pocas cosas o con muchas, ya que eso no es tan importante como disfrutar de la satisfacción de ir consiguiendo sus objetivos en la vida. Otras personas sufren porque, cuando consiguen alcanzar objetivos, se proyectan mentalmente hacia un futuro imaginado y miran lo que les falta en lugar de lo que han conseguido en el presente y así pierden su capacidad de generar Alegría o la que generan les dura muy poco tiempo.

Así que la Alegría es una maravillosa emoción positiva pero también es una emoción efímera, que dura poco si no somos capaces de volver a generarla y de mantenerla a pesar de las situaciones adversas que puedan surgir cuando estamos bien. Es la etapa final del ciclo de ida de la generación de emociones positivas y hay que mantenerla activa para que nos siga generando buenos momentos.

Fig. 2: La Alegría hay que generarla cada día.

La felicidad tiene un efecto muy positivo sobre nuestra salud, tanto física como mental, ya que activa al sistema nervioso y, a través de él, a todo el organismo al fabricar neurotransmisores y hormonas que facilitan el buen funcionamiento de todo el organismo. Podríamos decir que es la mejor de las medicinas que podemos tomar y la más fácil de conseguir, ya que tan solo hay que ser fiel a nuestro Ser Auténtico y tomar las decisiones que más nos van a favorecer.