Partes Utilizadas y Componentes
PARTES UTILIZADAS Y COMPONENTES
De las plantas medicinales se pueden utilizar cualquier parte, pero no todas las partes de una planta tienen las propiedades necesarias por lo que de algunas se utiliza solo la que las tiene. Se pueden utilizar las raíces, los bulbos, los brotes, los tallos, las cortezas, las hojas, las flores, las semillas, los frutos, los aceites esenciales y también la planta entera.
Cada una de las partes tiene su forma de recolección, de secado, de conservación o de preparación antes de ser utilizada con fines medicinales y requiere tener los conocimientos adecuados para obtener una planta medicinal que podamos luego utilizar.
Cada planta puede tener unos pocos o cientos de principios activos que puede actuar por sí mismos o en sinergia (potenciándose) con los otros o con los de otras plantas. Fundamentalmente una planta puede aportar heterósidos, taninos, alcaloides, aceites esenciales, oligoelementos y vitaminas. En las hojas suelen estar los heteróxidos y los alcaloides. Los tallos especiales (rizomas, tubérculos y bulbos) acumulan muchas sustancias importantes como minerales o nutrientes. En las raíces se acumulan azúcares, minerales, vitaminas y alcaloides. En las flores están los principios activos reproductores como son los pólenes, con vitaminas y oligoelementos, y están también los aceites esenciales o ciertos pigmentos. En los frutos y semillas se acumulan también aceites esenciales, aceites vegetales, pigmentos, vitaminas, minerales, proteínas, grasas o azúcares. Algunas secreciones de las plantas son también utilizadas en medicina por su contenido en sustancias antisépticas o abrasivas.