La familia
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LA FAMILIA
La mecánica del funcionamiento de una familia está muy relacionada con el momento en el que cada miembro llegó a ella, el lugar que ocupa en la estructura, las circunstancias que rodean a cada persona y la adquisición de nuevos miembros.
La estructura de poder la ejercen normalmente los componentes de las generaciones anteriores, abuelos y padres, sobre los de las generaciones inferiores, hijos y nietos, que siempre ocupan un lugar de rango inferior en relación a ellos.
No se puede elegir a los miembros de la estructura vertical, los que están en el nivel superior e inferior, ya que vienen impuestos por la formación de parejas y la llegada de los hijos. Sólo se puede elegir a alguno de los miembros de la estructura horizontal, las parejas, que provienen de otras familias y se integran así en una nueva. Estas parejas eligen el número de hijos o dejan que vengan como simple consecuencia de tener relaciones sexuales, pero no eligen su forma de ser, que vendrá marcada por las circunstancias en las que se vayan desarrollando.
La familia tiende a abrirse al mundo exterior y a la llegada de nuevos miembros a través de la formación de parejas o a la adopción de personas pero, una vez formada la nueva familia, se reconocen unos a otros como componentes de un grupo humano con intereses y vivencias comunes. De esta manera, se evita la consanguinidad aunque algunas veces pueden unirse miembros cercanos como primos o primos hermanos.
La imagen de una familia en su esquema genealógico tiende a ser la de un reloj de arena, es decir, ancha en la parte de arriba donde están los bisabuelos, abuelos, padres y tíos, se estrecha en el nivel de la pareja y vuelve a ensancharse por la base con la llegada de los hijos, la formación de sus nuevas parejas y los nietos y biznietos. Los miembros del rango inferior quieren crecer rápidamente, madurar y generar nuevas personas para que éstas ocupen los lugares de menor rango.
Los miembros que fallecen dejan sus posesiones a los de la generación siguiente y así sucesivamente, de forma que lo que consigue una familia con su esfuerzo queda habitualmente dentro de su ámbito. El reparto se hace según unas normas muy concretas para intentar evitar los inevitables conflictos que surgen muchas veces entre varios miembros.
Las reglas que rigen una familia son habitualmente bastante rígidas y no es fácil cambiarlas. Todos los componentes de una familia están sometidos a las normas que la caracterizan y su incumplimiento puede traer consigo conflictos importantes y, en el extremo, la expulsión de la familia y la pérdida de la herencia correspondiente.
El reparto de las funciones y de los papeles que desarrolla cada persona es fundamental para el buen funcionamiento y la supervivencia de sus miembros. Por eso, el reparto de papeles y funciones suele ser bastante rígido y estable aunque algunas circunstancias puedan obligar a hacer cambios, como la muerte o enfermedad de alguno de los miembros. Sin embargo, de forma tradicional, esos papeles suelen repetirse en el tiempo y de generación en generación solamente con ligeras variantes.
La muerte de un miembro importante siempre trae un tiempo de sufrimiento y dolor a toda la familia, especialmente si ésta ocurre en edades maduras en las que su aporte al grupo es importante para que éste siga adelante. Por ejemplo, cuando muere el padre o la madre en edad laboral o en la época de la crianza. También produce efectos dolorosos la pérdida de algún hijo tanto si ocurre antes de nacer como en edad temprana. Estas pérdidas pueden marcar a la familia y a muchos de sus miembros durante largos periodos de tiempo.
A pesar de que el modelo de familia ha resultado ser muy eficaz para resolver muchos de los problemas de la vida tribal, también ha contribuido a generar otros nuevos debidos especialmente a la rigidez de las normas de comportamiento que se exigen por parte de los miembros de las generaciones superiores o de la sociedad en la que vive esa familia. Especial importancia para el funcionamiento de la familia tienen las infidelidades de los miembros de una pareja al tener experiencias comunes y/o relaciones sexuales con personas de fuera de la pareja.